jueves, 7 de febrero de 2013

LA VOZ DE LA TIMIDEZ



 Belsi (diminutivo de Belisa ), era una preciosa niña de largos cabellos negros y serenos ojos rasgados color aceituna . No era consciente de la grandeza de su persona porque su timidez se lo impedía . TenÍa una gran pasión, los libros. Vivía rodeada de ellos, hasta tal punto que no se podía ver otra cosa en su habitación, todo estaba debajo de montañitas de libros de diferentes colores, tamaños y encuadernaciones. Podía leer en cualquier sitio, pero su preferido de los preferidos era un rincón lleno de flores preciosas que había encontrado por casualidad , un día en el que envuelta en sus pensamientos llego por un sendero cubierto de hojas que salía por el lado derecho de la biblioteca, algo extraño pues nunca se había percatado de él. Sea como fuere, sus piececitos llegaron al lugar y al momento sintió una sensación de bienestar , como si ese hogar le perteneciera, si, así lo sentía, su pequeño hogar. Se sentaba entre las flores , con cuidado de no hacerlo sobre ninguna, las miraba durante un rato y abriendo su libro leía y leía hasta el anochecer. Eso llevaba haciendo mucho tiempo.
Belsi se dispuso ha hacerlo una vez mas y por un instante notó un leve y suave roce en su tobillo. Miró sobresalta por si se trataba de algún travieso insecto. Algo se movió pero no acertó a ver de que se trataba. Dejó el libro y se miró el tobillo, un aroma delicado se desprendía de él.. Se puso de rodillas y comenzó a mirar de cerca el suelo, tocando con su naricilla los pétalos de la flores. Una risita minúscula resonó en su oreja.
¡Ay!, jijijiji, me haces cosquillas.
Del sobresalto,Belsi cayó de espaldas. Se frotó los ojos y...
-Con el cuidado que hemos tenido siempre de que no se diera cuenta y mira, todo este tiempo al garete.
No podía dar crédito a lo que estaba viendo, unas florecillas tenían las hojas en jarras sobre sus tallos y miraban a otra flor que agachaba su corola en señal de arrepentimiento..
-Lo siento...pero es que era tan bonito lo que estaba leyendo que me dejé llevar por la emoción y un pétalo cayo rendido y rozó su tobillo.
-Pues ahora seguro que ya no vuelve..¿y que será de nosotras?..snif snif..no podemos vivir sin su voz, sin esas preciosas historias ,
Belsi contemplaba la escena sin querer créesela, pero había leído tanto sobre las maravillas del mundo no establecido que empezó a sentirse dentro de él, como otra Alicia. Cuando las flores se dieron cuenta de que una sonrisa las contemplaba se giraron todas e hicieron una reverencia floral a la niña., a la que ella respondió.
-Lamentamos haberte asustado, quisiéramos que siguieses viniendo a leernos, desde que lo haces estamos mas felices, nuestros colores se han avivado y las fragancias llegan más allá de este prado.
-Pero ¿cómo podéis oírme?, nunca leo en voz alta.
Belsi desprendía dulzura por los cuatro costados, todas las flores suspiraron envueltas en esa dulzura.
-Podemos oírte por que es la voz de tu timidez, es una voz especial , insonora para todo ser insensible.
-¿la timidez se puede escuchar?.
-Y sentir,- contestó una amapola de color rojo intenso, es una suave melodía de emociones escondidas .
La niña se quedo pensando...-La verdad que nunca lo hubiese imaginado, ya no me siento tan escondida , no os preocupéis, no dejaré de venir, me gusta mi timidez y me gustáis vosotras.
El pequeño prado se fue convirtiendo en un hermoso jardín natural , y de todos los lugares fueron llegando flores de las mas raras especies, deseando escuchar la mágica timidez de Belsi.
Y colorín colorado, otra nueva flor ha llegado.

1 comentario:

  1. Qué bonito Inés! Lo leí la primera vez y no lo había vuelto a hacer y me ha emocionado más que la primera vez!! Besos.
    Isa Delgado.

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